El entrevistado Alejandro Panagulis, también conocido como Alekos, fue un hombre, cuyo interés era implementar una democracia donde reinaran la libertad y la justicia en Grecia. Este personaje nacido en 1939 ( Atenas, Grecia ), fue una persona que sufrió mucho durante su vida defendiendo sus ideales y valores.
Alejandro Panagulis fue una gran poeta, ganó un premio Viareggio; pero ante todo era un símbolo para sus seguidores por su gran amor a las personas, al valor, a la justicia y a la dignidad. Era socialista y no comunista, un tipo amante a la política, demócrata y antifascista.
Su vida fue como un juego de parques o de ajedrez, donde tenías que hacer un juego excelente y tus fichas tenía que ser muy bien movidas o si no ibas a la cárcel y quien te sacaba; tenías que tener mucha suerte porque de no ser así el tirano o chico malo te acaba.
Alekos combatió la tiranía con todas sus armas y con su inteligencia. En la cárcel se le intento provocar, interrogar, torturar e incluso atentar contra su vida, pero esto no fue motivo para dejar de luchar ni debilitarlo, al contrario, fue motivo de crecer más, volverse más fuerte ( lo que no mata fuerzas te da )y tener valor de seguir luchando por sus ideales y en lo que creía.
Esta historia es relatada por una mujer ( la entrevistadora ) que desde el inicio de la entrevista sintió admiración por el protagonista y lo ayudo durante el transcurso de la historia. Aparte de ser su entrevistadora; con el tiempo Alekos la llego a considerar su amiga.
En el transcurso de la historia, la entrevistadora nos cuenta que Alekos no era un tipo buen mozo, pero que desde el primer momento que hablo con él, le gustó su timbre de vos, su forma de hablar, de expresarse y su manejo sobre temas de política y capacidad de liderazgo, hasta el límite de llegar a enamorarse perdidamente.
Oriana Fallaci fue su compañera sentimental hasta la muerte.Las aventuras que tuvieron desde Grecia hasta Italia escondiéndose de sus enemigos fueron muchas, Alekos le encantaba Italia, tanto que la entrevistadora nos dice que había hecho construir una casa igual a la que tenían haya.
Su pasión y amor por Alekos fue admirable y en las entrevistas que le hacía a alekos, describió que era un hombre frío, combatiente, rebelde; narraba como fue su estadía en la cárcel, sus torturas, le mostro cada una de sus cicatrices y contaba las hazañas, cómo y cuantas fueron las veces que se intentó fugar de la cárcel.
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